El City goleó al Al Ain con participación argentina

El Manchester City goleó sin piedad por 6-0 al Al Ain por la segunda fecha del Mundial de Clubes con gol del argentino Claudio Echeverri. Los otros tantos del conjunto inglés fueron obra de Ilkay Gündoğan (x2), Erling Haaland, Oscar Bobb y Rayan Cherki.

El primer tiempo fue dominio del equipo inglés, que supo no sólo marcar su supremacía con la contundencia de los tres goles, sino que hizo de la tenencia de la pelota un monólogo ante un rival sin respuesta. Fue una jornada de verdaderos golazos para los dirigidos por Pep Guardiola, que ya resolvieron el grupo clasificando junto a Juventus a la próxima ronda.

El encargado de abrir el marcador a los ocho minutos de comenzado el partido fue el alemán, Ilkay Gündoğan, que marcó un verdadero golazo. Recibió desde la derecha un envío de córner al segundo palo y la picó por encima de la humanidad del arquero Khalid Eisa.

Veinte minutos después amplió el marcador el argentino Claudio Echeverri. El ex River definió una auténtica obra de arte con un tiro libre al borde del área junto al palo, que dejó sin respuesta alguna al arquero. Finalmente el juez cobró a instancias del VAR un penal para el equipo ciudadano que Erling Haaland cambió por gol.

En el complemento el conjunto ciudadano terminó de liquidar la historia marcando otros tres más. Primero llegó el cuarto a los 28 minutos de reanudadas las acciones con el doblete de Gündoğan; el jugador recibió la asistencia dentro del área, eludió a su marcador con un toque sutil adelantando la pelota y definió mano a mano con el arquero sellando la goleada a la que todavía le faltaba el quinto tanto. Este se produjo nueve minutos después gracias a Oscar Bobb, que desequilibró por derecha adentrado en el área, eludió a un marcador y anotó al primer palo. 

En el último minuto de partido, el ingresado Rayan Cherki, pudo cifras definitivas al marcador anotando el sexto gol. Fue un golazo por el gesto técnico más que nada, teniendo en cuenta que recibió un pase que dejó pasar abriéndose de piernas para que le llegue la pelota a un compañero, este terminó siendo su asistidor con un toque corto y de ahí el trallazo raso junto al palo, directo a la red.