La fecha 12 de la Liga Profesional se "devoró" a cuatro entrenadores

Concluyó la duodécima fecha correspondiente al Torneo Betano de la Liga Profesional de Fútbol y cuatro directores técnicos dejaron su cargo: Francisco Meneghini (Defensa y Justicia), Alejandro Orfila (Barracas Central), Walter Ribonetto (Talleres de Córdoba) y Martín Cicotello (Independiente Rivadavia de Mendoza). 

Continúa funcionando a todo ritmo la "carnicería" propia de nuestro fútbol argentino, donde mandan los resultados. Terminada la fecha 12 de la Primera División que dejó a Vélez y Huracán como punteros, cuatro directores técnicos dejaron sus cargos en sus respectivos equipos. Empecemos a desandar cada caso.

• WALTER RIBONETTO: TALLERES

El ex defensor se marchó del conjunto cordobés tras la eliminación de la Copa Libertadores ante River, seguida de la caída ante San Lorenzo en la reciente fecha. Apenas ganó uno de los últimos nueve partidos y el Tallarín no pasaba urgencias en la clasificatoria, donde va séptimo con 20 puntos y en la anual está en zona de Copa Sudamericana y a las puertas de una Libertadores.

• MARTÍN CICOTELLO: INDEPENDIENTE RIVADAVIA

La Lepra mendocina vio concluida la etapa del DT en la reciente fecha, donde sus ex-dirigidos cayeron como locales por 2-0 ante Platense. Dicho esto, perdieron tres de sus últimos cuatro partidos y no ganan hace cinco fechas, cuando en la octava se impusieron ante Independiente de Avellaneda. Actualmente, están a seis unidades del descenso por tabla anual y dentro del mismo en los promedios.

• FRANCISCO MENEGHINI: DEFENSA Y JUSTICIA

El Halcón de Florencio Varela se quedó sin Meneghini tras la goleada sufrida en Córdoba ante Instituto por 4-1. El equipo, que marcha antepenúltimo con sólo ocho puntos, perdió cuatro de sus últimos cinco encuentros.

• ALEJANDRO ORFILA: BARRACAS CENTRAL

El Guapo atraviesa una crisis deportiva notable, evidenciando un rendimiento demasiado bajo que le costó entre semana la eliminación en la Copa Argentina contra Gimnasia y Esgrima La Plata. Los Guapos debían dar una reacción en el Estadio Tomás Adolfo Ducó ante Vélez, pero fueron aplastados por 5-0. Fue la gota que derramó el vaso y Orfila se marchó de un equipo que no ganó ninguno de sus últimos ocho partidos.