Riestra clasificó de forma vergonzosa en el Reducido gracias a los horrores de Diego Ceballos
Primera Nacional27/10/2023Carlos Alberto SommiDeportivo Riestra clasificó de forma penosa a los cuartos de final del Torneo Reducido de la Primera Nacional por el segundo ascenso a la Primera División tras haber vencido como visitante a San Martín de Tucumán por 1-0, con gol de Lázaro Romero, en el Estadio La Ciudadela (Tucumán). El árbitro Diego Ceballos fue clave en la noche que acabó con el sueño del Santo, porque no sancionó dos penales claros e inclinó de forma evidente la cancha haciendo de un partido de esta importancia, un pobre espectáculo que culminó con un complemento de una hora.
La primera ocasión peligrosa se produjo a los 31 minutos del primer tiempo con un remate desde media distancia de Walter Acuña, pero el arquero Darío Sand desvió al tiro de esquina. El primer tiempo fue realmente malo, estuvo realmente más discutido, peleado y cortado que disputado. Las discusiones constantes y los empujones entre los protagonistas no ayudaban a un desastroso árbitro a hacer un partido llevadero.
Sin embargo, el que más propuso fue Riestra y en la acción siguiente, llegó el gol de Romero con una pelota que capturó en la puerta del área, tras una disputa trabada de la misma y con un paso se metió dentro del sector penal y ante la salida del portero Sand, definió de forma cruzada para marcar su décimo tercer gol en la temporada actual.
En el banco del Ciruja, protestaban una falta previa en la que el juez no vio. Ganaba Riestra a diez minutos del descanso y ahora cambiaba todo porque los tucumanos estaban obligados a, por lo menos, lograr el empate para avanzar en los playoffs gracias a una ventaja deportiva por haber estado mejor ubicado en la tabla de posiciones del Grupo A.
Si juega Riestra, siempre hay polémica. A los 38 minutos, Ceballos cobraba todas las chiquitas para los dirigidos por Matías Módolo a veces de forma alevosa, a tal punto que un tiro de esquina que era para San Martín (Tucumán), el juez lo cambió por un tiro libre indirecto tras haber pitado una falta inexistente del dueño de casa.
Empezaba a sacar el árbitro del partido al dueño de casa y ya de por sí, el partido estaba desvirtuado. El trabajo de Ceballos era más que lamentable. Para colmo, a los 44 minutos del primer segmento, Milton Céliz metió una patada en la cabeza a Pio Bonnaci que ya estaba en el piso y el juez sacó amarilla increíblemente. La visita parecía que hasta muchas veces juega con impunidad sabiendo que una, o varias a favor, van a tener siempre.
En el complemento, fue peor lo del árbitro aún. A los nueve minutos, el juez no cobró un claro penal para San Martín de Tucumán por un clarísimo agarrón dentro del área a la altura del brazo y la cintura por parte de Nicolás Dematei. Claramente, no debía quedar afuera Riestra y todas las decisiones erróneas del juez era a favor de este último. Llegaba un punto en que parecía que era innecesario jugar el partido ya que al minuto 23 otra vez Demateí en un tiro de esquina tomó en el área abrazado a un jugador tucumano con la pelota en movimiento, era segundo penal para San Martín, pero Ceballos no lo cobró.
En el tramo final, Leandro Ciccollini efectuó una entrada criminal contra un jugador de Riestra que le valió la tarjeta roja de forma correcta. Sin embargo, hay que entender que esa infracción brutal no se justifica, pero se debió al mal clima que el propio Ceballos generó con injusticias numerosas siempre para un solo lado. Fue final y clasificación de Riestra totalmente inmerecida.