Barracas dio el golpe en Avellaneda con un penal agónico y polémico

Barracas Central empezó el Clausura con una victoria de esas que se graban en la memoria, en un final cargado de tensión y protestas, derrotó 1-0 a Racing en Avellaneda gracias a un penal convertido por Rodrigo Insua, luego de la intervención del VAR. La Academia estuvo cerca de ganarlo antes, pero se fue con las manos vacías.

El Torneo Clausura 2025 ya tiene su primer gran sorpresa. Barracas Central se plantó en Avellaneda, aguantó, sufrió y terminó festejando en un Cilindro incrédulo, donde la polémica y las protestas acapararon la escena final. Fue 1-0 para el Guapo sobre Racing, gracias a un penal sancionado en el último minuto de descuento y ejecutado con categoría por Rodrigo Insua.

El desarrollo del partido había mostrado a un Racing más ambicioso, que empujó con insistencia pero sin la claridad necesaria para quebrar el cerrojo visitante. La Academia estuvo cerca de ganar el compromiso en los minutos finales, pero la falta de puntería y la solidez de Barracas frustraron sus intentos.

Cuando el reloj marcaba 94 minutos, llegó la jugada que lo cambió todo. Adrián Martínez forcejeó dentro del área con un defensor y cayó tras un contacto. En primera instancia, Nicolás Lamolina dejó seguir, y la jugada terminó en gol de la Academia, por el mismo "Maravilla" Martinez, pero ante el llamado del VAR, Lamolina decidió revisar la acción en la pantalla. Tras varios minutos de incertidumbre y protestas, el juez consideró que había infracción, anuló el gol de Racing y marcó el punto del penal.

La reacción de Gustavo Costas y de todo el plantel académico no se hizo esperar: gestos, gritos y reclamos al árbitro, que se mantuvo firme en su decisión. La tensión subió todavía más cuando Insua tomó la pelota y se paró frente a Arias. Con un zurdazo potente y alto, el lateral no le dio chances al arquero y puso el 1-0 definitivo.

Racing intentó a la desesperada en los pocos segundos que quedaban, pero no pudo generar ninguna situación clara y el pitazo final encontró a los jugadores locales rodeando al árbitro, mientras los de Barracas festejaban los tres puntos como un título.