San Lorenzo arrancó el Clausura con triunfazo en Córdoba

San Lorenzo venció 2-1 a Talleres en el debut del clausura, con poco fútbol pero mucho oficio, el equipo de Ayude se impuso con goles de Cuello y un blooper de Portilla en el final. La “T” mostró poco, sigue golpeada tras la salida de Cocca y el estreno de Tevez no alcanzó para torcer la historia.
 
San Lorenzo sabía que la parada era brava, pero también sabía cómo jugarla. Con carácter, con dientes apretados y con la cuota justa de oportunismo, el equipo de Leandro Ayude se impuso 2-1 en Córdoba frente a un Talleres que atraviesa tiempos convulsionados y todavía acusa la salida de Diego Cocca. Carlos Tevez como flamante entrenador , apenas tuvo un puñado de entrenamientos y se sentó en el banco para tratar de empezar a ordenar la casa, pero sus dirigidos no le respondieron dentro del campo y la gente se lo hizo sentir.

La noche empezó soñada para San Lorenzo. Apenas a los tres minutos, Cerutti metió una pelota filtrada que desacomodó a la última línea de Talleres y encontró a Cuello, que definió con mucha clase ante la salida de Herrera. Ventaja rápida y plan cumplido para la visita: replegarse, cerrar espacios y ensuciar el desarrollo para jugar a su ritmo.

El primer tiempo, de hecho, fue de bajo vuelo. Talleres intentó tener la pelota con Botta, Reynoso y Sequeira, pero nunca encontró profundidad ni fluidez. La visita se hizo fuerte en el medio, ganó casi siempre en el duelo físico y el árbitro dejó jugar de más en varias faltas. Parecía que el descanso llegaría con triunfo parcial azulgrana, pero en el descuento apareció el empate local: Botta abrió para Sequeira y el zurdazo del 10, con complicidad del arquero Gill, decretó el 1-1.

Ya en el complemento, Tevez buscó cambiar la cara del equipo. Sacó a los más pausados, Botta, Reynoso y más tarde Sequeira para poner vértigo con Angulo y Bustos. En los papeles, parecía una buena decisión, pero el equipo siguió confundido, sin peso en las áreas y cada vez más frustrado ante el planteo firme de San Lorenzo.

La lluvia le agregó dramatismo al final, y sobre los 41’ llegó la jugada que definió la noche: un centro desde la derecha que Gastón Hernández no pudo conectar, la pelota la desvió en contra Portilla y Herrera quedo descolocado. Así llegó el 2-1 para los de Ayude.

San Lorenzo se llevó un premio justo por cómo jugó el partido. Supo qué hacer en cada momento, aguantó cuando hizo falta y golpeó en los momentos clave. A Talleres le sobró confusión y le faltó tiempo de trabajo. En Córdoba quedó claro que para Carlitos el margen es escaso y el semestre será cuesta arriba.