
Kimberley rozó con la punta de los dedos un triunfo que lo hubiera dejado mejor posicionado en la pelea del Federal A, Fue 2 a 2 ante Deportivo Rincón, en un partido cambiante, emocional y jugado con dientes apretados, donde el “Dragón” lo ganaba por dos goles, pero no logró sostener la ventaja y se volvió a Mar del Plata con un sabor amargo.
El equipo de Mariano Mignini había hecho lo más difícil: golpear en los momentos justos. Porque si bien el arranque fue trabado, donde ambos equipos hacian una presión alta y provocaban errores no forzados, Kimberley supo esperar. Y cuando el reloj marcaba los 23 minutos, un centro envenenado de Loscalso encontró a Criado dubitativo. El arquero dejó el rebote servido en bandeja para que Mauricio Miori, bien ubicado, lo empujara al gol.
A partir de allí, el elenco neuquino intentó responder con más voluntad que ideas. Incluso su zaguero Jonathan Chacón se animó a cruzar la mitad de cancha como un número diez improvisado y casi clava el empate con un zurdazo largo. Pero la eficacia seguía vestida de verde: presión alta, recuperación en zona caliente y definición de Brian Cos para estampar el 2-0 que silenciaba la cancha.
Y si algo faltaba para soñar, casi llega el tercero de forma insólita: Casas, arquero de Kimberley, vio adelantado a su colega y probó desde su propia área. Criado retrocedió a los tumbos y evitó el golazo cinematográfico.
Pero en el fútbol, cuando no se liquida, se sufre. Y eso ocurrió en el complemento. Deportivo Rincón metió mano en el banco y encontró respuestas. A los cuatro minutos, una pelota dividida cayó en pies de Facundo Miguel y Cervera, con olfato de goleador, puso el descuento. A partir de allí, todo fue empuje local.
Kimberley resistía. Casas volvía a erigirse como figura. Aruga y Jeldres empujaban, una y otra vez, con el envión de un equipo que sentía que el empate era posible. El Dragón se replegó, buscó salir de contra y tuvo la suya con Pereyra, que estuvo a punto de liquidarlo.
Pero el destino tenía otros planes. Ya en tiempo cumplido, el árbitro marcó penal por una infracción sobre Jeldres. Agustín Lescano no falló: remate esquinado, empate 2-2 y un golpe al mentón para Kimberley, que no supo cerrar el partido.
Ambos pudieron ganarlo en los últimos segundos. Inda falló en el área chica y un centro cruzado que no encontró destinatario dejaron el suspenso hasta el último suspiro.
Se escapó un triunfo valioso. Un empate que deja sensaciones encontradas: se sumó fuera de casa, sí, pero después de estar 2-0 arriba, el punto deja gusto a poco. Quedan siete fechas y la ilusión sigue viva.







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