Racing no pudo con dos jugadores de más y empató sin goles contra Independiente

Liga Profesional25/08/2024Máximo BadiéMáximo Badié

Por la duodécima fecha del Torneo Betano de la Liga Profesional de Fútbol, Racing e Independiente no se sacaron ventajas en el Estadio Juan Domingo Perón (El Cilindro de Avellaneda), donde los goles brillaron por su ausencia. Este partido marcó una nueva edición del Clásico de Avellaneda, que tuvo dos jugadores expulsados en Los Reyes de Copas (Damián Pérez y Federico Vera).   

Fue un empate que para El Rojo se sintió como una victoria, mientras que para La Academia se quedó con un sabor a derrota y decepción. Esto quedó claro en los gritos de alivio del golero Rodrigo Rey cada vez que atrapaba la pelota en el área, y en el puño apretado de los jugadores del Rojo tras el pitido final. Cabe recordar que el equipo dirigido por Julio Vaccari jugó 60 minutos con 10 jugadores y otros siete con nueve.

Cuando La Academia parecía lista para aprovechar la ventaja, con sus estrellas afilando el cuchillo para atacar, surgió el corazón de un rival que resistió con garra, orden y un enorme sacrificio para rescatar un punto valioso, dadas las circunstancias del partido. El visitante soportó el embate de una delantera temible, que es la más goleadora en las primeras 11 fechas de la Liga Profesional, que venía de aplastar a Huachipato por 6-1. Pero, este Diablo, que suma cuatro partidos sin recibir goles, no se dejó vencer.

Racing jugó mejor cuando ambos equipos tenían 11 jugadores que cuando Independiente quedó con 10. El equipo dirigido por Gustavo Costas dominó el balón y las acciones en el inicio del primer tiempo, con un 70% de posesión del balón. El local lanzó toda su potencia ofensiva, dominando a un Rojo desorientado al abrir el campo con Baltasar Rodríguez y, sobre todo, con un Johan Carbonero punzante, apoyados por los laterales Facundo Mura y Santiago Quirós. La Academia presionó alto contra un rival que se mostró largo, con grandes distancias entre sus líneas y delanteros aislados.

Tras la expulsión de Pérez por cortar una ocasión clara de gol, Vaccari tuvo que reconfigurar todo. Retiró a un extremo, tal como es Alex Luna, y metió a un zaguero, tal como es Marco Pellegrino, cambiando el esquema 4-3-3 por un 5-4-1, donde Gabriel Ávalos quedó muy solo. Con superioridad numérica, a Racing le costó generar espacios ante un Independiente que se replegó. Si no se fueron al descanso en ventaja fue gracias a los reflejos del arquero Rey y a un offside milimétrico que anuló un gol de Santiago Sosa.

En el final de la primera mitad, al local le fue más difícil penetrar la defensa rival. En ese contexto, el partido pedía la entrada de Juan Fernando Quintero para romper líneas con sus pases precisos, y Costas lo incorporó a los 10 minutos del segundo tiempo para que hiciera lo que mejor sabe: construir juego y generar fútbol. La Academia, empujada por la localía, la calidad de sus figuras y la superioridad numérica, atacó siempre con muchos hombres. Por su parte, El Rey de Copas, libre de la presión de ser el favorito, se replegó, defendió y apostó por el contragolpe. A medida que pasaba el tiempo, los de Vaccari fueron ganando confianza y comenzaron a salir del asedio en el Cilindro. De más está decir que el CAI planteó un partido similar al de hace tres fechas atrás, cuando jugó 77 minutos con un hombre menos y empató sin goles con San Lorenzo.

En ese tramo del partido, la figura de Rey se agigantó al detener disparos peligrosos de Quintero. Por otro lado, Racing tuvo oportunidades, pero no lo suficientemente claras, y nunca logró arrasar. Como si esto fuera poco, careció de ideas, juego, determinación y del empuje necesario para cambiar el resultado. Cada ocasión desperdiciada fue desmoralizante tanto para los hinchas como para el equipo. Cada chance de Racing que no se concretó, fortaleció a Independiente, que se mantuvo firme y compacto, con una línea defensiva inquebrantable. Peleó el partido centímetro a centímetro, dejando al local expuesto ante su público, que poco a poco comenzó a sentir la frustración.

Racing, un equipo que a menudo no ha estado a la altura de su potencial en este semestre, venía en ascenso, pero este empate lo llenó de dudas. Para Independiente, que lleva cuatro partidos sin perder, el punto fue muy valioso.

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