River lo dio vuelta y se consagró campeón de la Supercopa Argentina

Supercopa Argentina14/03/2024Carlos Alberto SommiCarlos Alberto Sommi

En un partido de película, con un final no apto para cardíacos, River se lo dio vuelta a Estudiantes de La Plata y se llevó la Supercopa Argentina. El León empezó poniéndose en ventaja por medio de Javier Correa, pero sobre el final un gol en contra del zaguero Zaid Romero y la aparición gloriosa de Rodrigo Aliendro con un golazo digno de enmarcar, le dieron el título al Millo en el Estadio Mario Alberto Kempes (Córdoba). 

Ni el autor de la novela más dramática ni las taquillas con los best seller más recordados se hubiesen animado a escribir semejante guión. De la desilusión a los nervios, de los nervios a la esperanza y de la esperanza al desahogo. El hincha de River que recordará esta noche por un largo tiempo vivió, padeció y disfrutó una montaña rusa de emociones en algo más de 90 minutos.

Pero, fue con final feliz. Cuando llegó el gol de Correa para el Pincha a tres minutos de comenzado el partido, la cabeza se llenaba de dudas, los papeles de la planificación previa se quemaban y sólo quedaba reaccionar. El centro de Cetré por derecha adelantado al área y frente al arco, encontró el cabezazo ganador del cordobés que quiso ser profeta en su tierra y de pique al suelo la mandó a guardar junto al palo haciendo inútil la volada de Franco Armani. Pero, Estudiantes no se relajó y siguió atacando con constancia al igual que su rival haciendo del partido, por momentos, un duelo de ida y vuelta.

En el complemento, extrañamente el director técnico Eduardo Domínguez permitió que el equipo se tirara atrás cediéndole la iniciativa a los dirigidos por Martín Demichelis y estos últimos lo aprovecharon. Promediando la media hora, La Banda lo encerró al cuadro platense en su área e intentaba con fuertes remates desde media distancia, como el de Claudio Echeverri, en el que Matías Mansilla desvió al córner.

Cuatro minutos después, Pablo Solari comandó un ataque por derecha, tirando una pared con Santiago Simón, este se la devolvió cuando Solari ya estaba dentro del área con una diagonal de afuera hacia el medio, remató cruzado, quizás hasta buscando un buscapié, pero la pelota rebotó en el defensor Romero y se metió en contra de su propio arco. Ahora, la historia estaba 1-1 y River se venía.

Faltaba la emoción mayor, que se produjo en el tercero de los cinco minutos que adicionó el árbitro Yael Falcón Pérez. Siendo precisos, Solari otra vez atacó por derecha, una sucesión de toques cortos por bajo al medio le dejó la pelota servida fuera del área al ex-Colón (Santa Fe), Aliendro, que con un zapatazo, la clavó en el ángulo y desató la locura Millonaria. Fue final, en medio de tanto caos, tanta crítica y abundantes cuestionamientos, River se transformó en el Supercampeón del fútbol argentino.

River 2-1 Estudiantes (La Plata): Compacto

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