Sin Lionel Messi, Inter de Miami demostró ser un equipo más y perdió la final de la US Open Cup

Houston Dynamo se consagró campeón de la US Open Cup ante un Inter Miami deslucido sin las figuras de Lionel Messi ni Jordi Alba. Fue victoria a domicilio por 2-1, con goles de Griffin Dorsey y Amine Bassi, aunque Josef Martínez puso el suspenso y sufrimiento en el adicional del complemento con el descuento a favor del local. Aunque los dirigidos por Gerardo Martino mejoraron, pagaron muy caro el haber regalado un primer tiempo donde ni siquiera compitieron.

Inter de Miami sufre horrores cuando Messi ni Alba están en el equipo. Pierden no sólo la jerarquía en el juego sino que invitan a sus rivales de turno a animarse más a ganarles jugándo de igual a igual. Los goles visitantes fueron ambos en el primer tiempo.

El encargado de abrir la cuenta a los 24 minutos del primer tiempo fue Dorsey con un verdadero golazo. El jugador recibió la pelota picando en punta por el costado derecho y aprovechó esa potencia para rematar fuerte y cruzado al ángulo superior opuesto. En ese momento, Inter no pateó al arco en toda la primera mitad y ahora tenía que remontar un partido adverso en todo sentido.

Lejos de lograrlo, a los 32 minutos del primer segmento, Yedlin cometió una infracción en el área, donde el árbitro John Freemon cobró penal y Bassi lo aseguró con un remate al medio decretando el 2-0 merecido. Dio la sensación de que si el panorama continuaba como venía, podía haber goleada en el Estadio DRV PNK.

En el complemento, el partido arrancó desprolijo con imprecisiones abundantes y cortado por frecuentes infracciones. Sin embargo, Inter se animó más y casi descuenta a los diez minutos con un cabezazo dentro del área, tras un centro por derecha, pero la pelota se perdió por línea de fondo rozando el segundo palo. El ingreso del venzolano Martínez le dio más verticalidad al juego del local, que merecía ya el descuento.

De tanto ir, Inter de Miami quedó desbaratado en el fondo y lo pagó caro a los 28 minutos de reanudadas las acciones por medio de Nelson Quiñones, pero en el inicio de la jugada hubo falta de los dirigidos por Ben Olsen que el árbitro Freemon no vio y estalló en reclamos el banco del Inter con Martino a la cabeza. Los mismos eran justos y correctos, ya que el juez terminó yendo al VAR y anuló el tercer tanto que habría liquidado el pleito.

Esto envalentonó al Inter que, al primero de los seis minutos finales de adición, descontó a través del punta Martínez. Al final, no hubo milagro pese al sufrimiento y fue triunfo y campeonato para un Dynamo bastante superior que celebrará, cuando en Inter quedó demostrado que sin Messi es un equipo más.