Jorge Almirón va por su revancha en la Copa Libertadores

El entrenador de Boca, Jorge Almirón, se encuentra ante una chance imperdible en lo que será una final histórica que significa además un desafío personal. El ex entrenador de Lanús dirigirá su segunda final por Copa Libertadores tras aquella frustrada instancia en 2017 con el Granate. Si hoy consigue la gloria eterna, El Xeneize igualará a Independiente como el máximo ganador del certamen más importante a nivel clubes sudamericanos.  

Almirón ya sabe lo que es jugar la final del máximo certamen internacional del continente y tras haber perdido la final ante Gremio dirigiendo a Lanús en aquel 2017, que tiene una particularidad; a diferencia de la edición actual, aquella serie en la última instancia era a partido de ida y vuelta. Ahora el DT necesita su revancha y significaría un respaldo a lo que hasta ahora son pobres números con él al frente del equipo Xeneize. Si se toma como punto de partida la ida de los octavos de final en Uruguay, disputada el miércoles 2 de agosto, Boca jugó 19 encuentros -entre la Copa Libertadores, Copa de la Liga Profesional de Fútbol y Copa Argentina- y solo pudo ganar tres en los 90 minutos.

El camino a este partido contra Fluminense en el Estadio Maracaná (Río de Janeiro) no fue nada sencillo. Tanto le costó pasar de instancia a instancia, que se convirtió en el primer equipo en llegar a la final con el formato moderno de juego, implementado en 1989, sin victorias en los mata-mata. Cuota importantísima para lograrlo fue su arquero Sergio Romero en las definiciones por penales, quien atajó dos contra Nacional de Montevideo, Racing y Palmeiras (uno de ellos a Gustavo Gómez, defensor que Almirón lo dirigió en Lanús en aquel 2017).