Barracas rescató un punto ante Huracán con dos penales que dejaron mucha polémica

El Guapo igualó 1-1 con el Globo por la fecha 16 de la Liga Profesional en un partido marcado por dos penales muy discutidos a favor del local. Huracán ganaba con gol de Emmanuel Ojeda, pero Rodrigo Insúa lo empató desde los doce pasos.

En el estadio Claudio “Chiqui” Tapia, Barracas Central empató 1-1 con Huracán y volvió a quedar en el centro de la controversia: tuvo dos penales a favor, uno errado en el primer tiempo y otro convertido en el segundo, ambos de sanción más que cuestionada. Huracán, que había encontrado la ventaja con un muy buen tanto de Ojeda, sufrió la acumulación de amarillas y la sensación de haber sido perjudicado en momentos clave del encuentro.

El Globo había encontrado la ventaja a los 27 minutos del primer tiempo con una definición ajustada de Emmanuel Ojeda, que aprovechó un desorden defensivo de Barracas para empujar el 1-0. Hasta ese momento, el equipo de Kudelka mostraba orden, presión alta y una estrategia clara para incomodar la salida rival. Barracas, aunque tenía más posesión (cerró con un 58%), apenas lograba inquietar a Sebastián Meza.

Y entonces llegó la primera gran escena del partido: el penal cobrado a los 43 minutos del primer tiempo. Una acción sin demasiada claridad, un ligero contacto en la mano de Pereyra y la rápida decisión de Andrés Gariano, quien no dudó en señalar el punto de cal. Iván Tapia se hizo cargo, pero su remate se fue adivinado por Meza.

El complemento se jugó bajo la misma tensión, Huracán acumuló amarillas y cada infracción era motivo de protesta. Barracas insistía, empujaba, remataba: terminó con 13 tiros contra 12 del Globo, aunque sin una superioridad realmente marcada. El partido parecía entrar en un terreno controlado por la visita… hasta que llegó la segunda escena decisiva.

A los 31 minutos del segundo tiempo, nuevamente Gariano sancionó un penal para Barracas. Otra acción discutida: un roce menor en la mano dentro del área que no despejó ninguna duda, pero que aún así fue interpretado como infracción. Esta vez, Rodrigo Insúa tomó la responsabilidad y no falló, fusiló al medio a Meza y marcó el 1-1.

El gol terminó de desatar el fastidio de los jugadores de Huracán, que reclamaron con vehemencia la reiteración de fallos dudosos en su contra. El partido, desde ahí, se volvió más trabado, repleto de amonestaciones y disputado más desde el enojo que desde el juego.

Pese al empuje final del local y a las réplicas rápidas del Globo, ninguno consiguió romper la igualdad. El pitazo final selló un empate que dejó sensaciones distintas, Barracas rescata un punto en su casa, pero vuelve a quedar bajo la lupa arbitral; Huracán se lleva la bronca de haber jugado un partido correcto y perder dos veces la tranquilidad por decisiones que, cuanto menos, merecen revisión.