River no levanta: Perdió de local ante Riestra 2-1

El equipo del Bajo Flores derrotó 2-1 al Millonario en Núñez y se subió a la cima de la Zona B del Clausura, los de Marcelo Gallardo acumulan cuatro caídas consecutivas y se retiraron bajo una lluvia de silbidos.

Deportivo Riestra se impuso 2-1 a River en el Monumental y lo despojó de la cima de la Zona B del Torneo Clausura, Con este triunfo, el conjunto dirigido por Gustavo Benítez se subió a lo más alto de la tabla y dejó al Millonario, dirigido por Marcelo Gallardo, como escolta, pero inmerso en una crisis futbolística y anímica que se refleja en cuatro derrotas consecutivas.

El partido arrancó cuesta arriba para el local, a los 12 minutos del primer tiempo, un centro desde la izquierda de Monje encontró la cabeza de Antony Alonso, que le ganó a todos en el área y puso el 1-0 para la visita, el golpe fue duro y se notó en la reacción de la tribuna, que ya mostraba fastidio con algunos futbolistas.

River, sin embargo, logró reponerse parcialmente, a los 25 minutos, Giuliano Galoppo capturó un rebote tras un rechazo corto y con un remate seco y de pique al piso estableció el empate 1-1, desde entonces, los de Núñez buscaron con insistencia el segundo, aunque sin claridad en los metros finales.

La sorpresa máxima llegó en el complemento, apenas a los 7 minutos, Pedro Ramírez aprovechó una floja marca de Fabricio Bustos, giró con potencia y definió al primer palo de Armani para volver a poner en ventaja a Riestra, la desazón se apoderó del Monumental y la tensión creció minuto a minuto.

El descuento de Borja, a los 10, parecía darle oxígeno a River, pero el VAR intervino y anuló el gol por una posición adelantada milimétrica, Riestra, con orden y un Arce monumental bajo los tres palos, sostuvo la ventaja y defendió con uñas y dientes un triunfo histórico.

River empujó con centros y remates lejanos, pero siempre chocó con la figura del arquero visitante y sus defensores, para colmo, a los 35 minutos del complemento, Salas se fue expulsado tras protestar con vehemencia una decisión arbitral. 

El pitazo final de Pablo Echavarría desató la euforia del plantel visitante, que celebró como una consagración su victoria en Núñez, en la otra vereda, la postal fue elocuente: el Monumental estalló en silbidos y reproches hacia un River que, lejos de mostrar autoridad, se hunde en dudas y reproches internos.