Racing e Independiente disputaron un clásico no apto para cardíacos que terminó en empate

Racing e Independiente igualaron sin goles en un clásico frenético en el Cilindro de Avellaneda por la continuidad de la décima fecha del Clausura. En la última jugada del partido, Pablo Galdames desperdició el gol de la gloria.

El partido arrancó como se vive esta clase de compromisos. Racing como leon agazapado salió a marcar a los 30 segundos y de milagro no abrió el marcador. Un centro por izquierda al área dejó la pelota bollando tras un choque entre un atacante de Racing contra un defensor y arquero del Rojo, esto le dejó la chance clara para Conechny, que remató incómodo y Zabala la sacó en la línea de forma débil y quedó la tercera oportunidad para la llegada de Agustín Almendra, que la mandó por encima del arco.

A los 21 respondió Independiente con la primera ocasión generada. Un envío al área fue mal despejado por el dueño de casa, frente al arco le quedó la chance a Santiago Montiel, que le cruzó y en el camino no pudo redirigirla Ignacio Pussetto y la pelota la sacó en la línea Franco Pardo. Se salvan los de Costas y el partido ahora estaba para cualquiera.

A los 26 minutos parecía que llegaba la primera celebración tras el gol de contra por parte de Ignacio Pussetto para Independiente, pero fue correctamente anulado por posición adelantada. Más tarde, a los 39 minutos, un lateral ofensivo para el local lanzado al área del Rojo, quiso ser despejado por Lomónaco, pero sólo se la dejó regalada a Almendra, que desperdiciaba otra oportunidad. Racing empezaba a perdonar demasiado.

En el complemento el partido continuo a un ritmo frenético. Pasados los diez minutos otra salvada en la línea para el local que sufría con un cabezazo heróico de Gabriel Martirena; en los instantes finales los de Costas volvieron a inclinar la cancha a su favor e Independiente apostaba a las contras.

En la última jugada de la tarde, una contra del Rojo letal dejó mano a mano a Galdames contra Cambeses, pero insólitamente la pinchó y se fue afuera. De no creer. Fue final y empate sin goles en el Cilindro de Avellaneda.