Racing hizo la épica y le ganó 3-1 a Peñarol

Con goles de Adrián Martínez (por duplicado) y Franco Pardo en el final, la Academia ganó 3-1 en Avellaneda, ante Peñarol y dio un paso clave en la Copa Libertadores. Hubo expulsiones, polémicas y mucho carácter de un equipo que dejó en claro que está para pelear.

Racing vivió una noche épica, el conjunto de Gustavo Costas se impuso 3-1 ante Peñarol en un duelo cargado de tensión y emociones, con la jerarquía de Adrián Martínez en el área y la firmeza de un plantel, la Academia no solo se quedó con un triunfo histórico: también dejó una señal de carácter en el continente

El arranque no pudo ser mejor: a los seis minutos, Adrián Martínez aprovechó un centro quirúrgico y abrió el marcador con la frialdad de un goleador letal. El grito retumbó en Avellaneda y puso a Racing al frente (empate parcial de la serie). Sin embargo, Peñarol reaccionó rápido y Nahuel Herrera, de cabeza, estampó el empate a los 14’.

El primer tiempo fue intenso, con Racing dominando la posesión (58%) y el que generó más situaciones, pero sin poder romper el equilibrio. En el complemento, el partido se desató. Con la Academia insistiendo, a los 37 minutos llegó la jugada bisagra: penal para Racing. Martínez tomó la responsabilidad y, con un remate preciso, puso el 2-1. Euforia en la tribuna.

Cuando parecía que los nervios podían jugar en contra, llegaron dos expulsiones que encendieron las alarmas: Marcos Rojo y Bruno Zuculini se fueron a las duchas en el minuto 41 (Zuculini en el banco de suplentes y Rojo había sido remplazado). Pero el equipo no se achicó. Con corazón y orden, resistió los embates de Peñarol y golpeó en el cierre: Franco Pardo, héroe inesperado, selló el 3-1 en tiempo agregado con un cabezazo furioso.

El festejo fue descomunal. Racing mostró carácter en un escenario hostil y sacó un triunfo que vale oro. Con dominio en las estadísticas (más de 60% de posesión y 19 remates contra 9), la Academia dio una muestra de jerarquía internacional.